Estos últimos tres años nos han traído hasta aquí, donde estamos hoy. 2020 fue un año de intensos cambios y una fuerte energía transformadora.

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Fue un año de crecimiento doloroso, más forzado que fluido. 2021 fue un año de equilibrio, transiciones, introspección y finalmente soltar lo que no pude soltar en 2020. En 2022 viajé casi tanto como en 2021 después de una pandemia que se llevó muchas vidas, sueños, relaciones, donde Me enfermé por un desequilibrio de la microbiota, sufrí pérdidas económicas y me embarqué en un negocio en 2020 sin un destino claro. Gasté todos mis ahorros pero siempre con esperanza, fe y certeza de que saldría victorioso.

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Hoy lo he hecho y he recuperado mis inversiones. También hubo mucho dolor en el alma. Perdí amigos que "pensaba que eran amigos"... Entonces tomé la decisión y me mudé a otra ciudad, cambié literalmente todo, y lo disfruté porque entendí que la vida me estaba poniendo en esa situación para seguir adelante y madurar.